Historia | ||||||||
ACAPULCO GUERRERO El Estado de Guerrero esta dividido en siete regiones dotadas con espléndidas bellezas naturales. Algunas son cuna de compositores, poetas, pintores, escultores o artesanos que expresan su arte en oro, plata, cobre, madera, barro, amate o cerámica.; otras productoras de plata, cítricos, frutas, copra, café, ganado y pesca.
HISTORIA DE ACAPULCO Acapulco fue descubierto el 13 de diciembre de 1521 (día de Santa Lucía) durante una expedición enviada por Hernán Cortés, comandada por Francisco Chico quien llamó a la Bahía de Acapulco, “Bahía de Santa Lucía” en honor a ella. Se localiza geográficamente a los 16° 50´ latitud norte y 99° 56´ latitud oeste. Acapulco y su costa tienen la mayor parte del año aguas templadas debido a la situación geográfica en que se encuentran y a la mezcla de corrientes marinas cálidas provenientes del Pacífico Ecuatorial y frías que llegan del Hemisferio Norte. La Bahía tiene una superficie aproximada de 49 kms. cuadrados y esta rodeada por la avenida Costera Miguel Alemán con 16 kilómetros de longitud desde la glorieta de Caleta a la de la Base Naval en Icacos. Desde su descubrimiento ha sido considerado como un puerto seguro para la navegación marítima debido a que esta rodeado por montañas que le protegen de los vientos fuertes y marejadas. Los grados del oleaje en las playas de la Bahía satisfacen a todos los gustos y expectativas ya que se puede escoger desde el tranquilo al intenso, con la posibilidad de disfrutar en todas ellas de la natación y el sol. Es un destino turístico muy atractivo para turistas, inversionistas y comerciantes, así como para la práctica del buceo amateur o profesional ya que las profundidades en ella alcanzan hasta los sesenta metros. En la Bahía se puede disfrutar de una gran variedad de deportes acuáticos como el esquíe, veleo, regatas, buceo, pesca menor, paseos en yate de día y noche, wave runer, paracaídas, banana, y un poco mar adentro de la pesca mayor del marlin, pez vela o tiburón. Su majestuosa belleza puede ser admirada de día o de noche desde las playas, restaurantes, discotecas, miradores, avenidas o cómodamente desde las áreas comunes del conjunto o de la terraza de su departamento. Acapulco esta cerca de lugares con increíbles atractivos naturales como la Quebrada , Barra Vieja o playa Pie de la Cuesta escenario de las mejores puestas de sol en donde además de admirar su belleza, se puede saborear exquisitos platillos regionales como el pescado a la talla y practicar en la laguna el esquíe o pasear en lancha. En el puerto hay gran variedad de restaurantes de comida internacional y regional que satisfacen a cualquier paladar en donde se pueden saborear platillos típicos guerrerenses como las chalupitas y chiles rellenos al estilo Chilapa o el tradicional pozole verde, blanco o rojo que se acostumbra comer los jueves acompañado de mezcal y música Guerrerense al ritmo de sus sones y chilenas.
LEYENDA DEL ORIGEN DEL NOMBRE DE ACAPULCO Aunque los vestigios de pinturas rupestres en la zonas de Palma Sola, Pié de la Cuesta , La Sabana y Puerto Marqués datan de 1200a.c., una leyenda Náhuatl posterior a este periodo cuenta que el nombre de Acapulco proviene de la historia de dos personajes que le dieron vida, Acatl y Quiáhuitl. El primero significa “carrizo” y primer hijo de un jefe militar Mexica, tribu que se caracterizó por recorrer triunfalmente durante el siglo XV la costa comprendida entre los reinos Tarasco y Mixteco. Quiáhuitl era una princesa hija de un Jefe Militar de la tribu Yope, cuyo nombre significa “lluvia”. Cuenta la leyenda que el padre de Acatl, bajó de la sierra cercana a la bahía para celebrar fastuosamente su nacimiento y se dispuso a festejarlo en las playas de Acapulco con danzas magistrales y la siembra de arbolitos sagrados llamados mezquites que fueron bendecidos por el sacerdote de la tribu. Al terminar la fiesta el Jefe dispuso regresar con su gente a la Sierra Madre del Sur en donde habitaban por tener abundante caza y agua. Al pasar de los años Acatl y sus padres regresaron a la Bahía rodeada de selva virgen pero que contrastaba con los mezquites que ya estaban muy crecidos. Al verlos, Acatl les comento asombrado “de estos árboles no hay en la montaña” y su padre ya anciano le contestó “hijo mío estos árboles los mande sembrar cuando tu naciste en ofrenda a Quetzalcoatl para que bendijera a nuestra raza y a tus descendientes, pero debes jurar bajo su follaje que tu estirpe dejará huella perdurable a tu paso" y así lo hizo bajo las frondosas ramas de un mezquite. Entonces Acatl escucho repentinamente un mensaje de Quetzalcoatl quien le dijo “estas en edad de escoger mujer, tu casa será inmortal si obtienes el amor de Quiahuitl”. Fue en su busca y al encontrarla le comunicó su pretensión ofreciéndole su amor, sin embargo después de conocerse y amarse no pudo desposarla debido al odio entrañable que tenía el padre de ella contra la tribu del padre de Acatl. Acatl regresó abatido con su progenitor a la Sierra Madre del Sur y Quiáhuitl lloró amargamente su partida. Después de contar a su padre lo sucedido, continuo su camino para refugiarse con su pena en la tranquilidad de la Bahía de Acapulco, en donde lloró con tanta abundancia que su cuerpo poco a poco se fue derritiendo con su mismo llanto hasta formar un gran charco de lodo que se extendió por la planicie. Al cabo de unos días brotaron de ese charco débiles carrizos verdes rojos y amarillos que eran los hijos de Acatl que lucían orgullosos los colores del zensontle y el mezquite. Al conocer lo sucedido Quetzalcoatl castigó a Quiahuitl convirtiéndola en una inmensa nube y con esa forma fue en busca de su amado recorriendo varios lugares hasta que al entrar por la bocana lo encontró en la Bahía con sus hijos, pero al verlos y desconocer el origen de ellos sintió unos celos terribles, descargándose como tromba arrasando los carrizos y morir en el lodazal fundiéndose para siempre con su amado Acatl. El Sr. Mariano Rojas experto traductor del Náhuatl, interpreta la etimología de la palabra Acapulco como: Acatl “carrizo”, Pol “destruir o arrasar” y Co “en el lugar”, “lugar en donde fueron destruidos o arrasados los carrizos”. Otros criterios de la traducción Náhuatl, interpretan la palabra Acapulco como “en donde hay cañas grandes”. Acatl “caña”, pol o pul “grande” y co “lugar”.
HISTORIA DEL COMERCIO EN ACAPULCO En 1521 durante el Virreinato se construyeron por ordenes de Hernán Cortes los primeros astilleros de América en Zacatula que servirían para la fabricación de las naves que harían la travesía desde Acapulco hasta Manila para iniciar el comercio con Oriente. Los avíos y materiales para la construcción de los Galeones se transportaban con grandes trabajos desde la Capital de la Nueva España a lomo de mulas cruzando los ríos en balsas, hasta que en 1531 por iniciativa de Hernán Cortes fue abierto un camino entre Acapulco y Cuernavaca para facilitar las tareas, pero aun así el viaje tomaba casi dos semanas con muchos peligros. Río papagayo El movimiento comercial en Acapulco inicia en el año de 1564 poco después de que partieran hacia Oriente desde Puerto de Navidad en las costas de Jalisco (hoy barra de Navidad), Miguel López de Legaspi y Fray Andrés de Urdaneta comandando una expedición con el objeto de establecer el comercio entre América y Europa, a bordo del Galeón “Capitana” y su escuadra los galeones “San Pablo”, “San Pedro” y “Almirante”. Al realizar la promoción comercial en los países de Oriente, llegó a los oídos de los productores y comerciantes de India y Ceilán quienes también se interesaron en participar, llegando junto con los de China y Japón a un lugar cercano a Manila denominado “El Parián” para ofrecer, exhibir y vender sus mercancías muchas de ellas desconocidas en Europa occidental. Feria del Parían en Manila A partir de 1565 y durante 250 años, , Acapulco fue la entrada hacía América y Europa occidental de apreciadas mercancías procedentes de Manila, entre ellas especies como el clavo, pimienta, goma arábiga, jengibre, alcanfor, inciensos, opio, canela, nuez moscada, así como finísimas telas de seda, terciopelos, rasos, damascos, tafetanes y tejidos elaborados una delicadeza extraordinaria y colores de un gusto increíble. De igual forma se recibían finísima losa, vajillas, vasijas, esculturas, jarrones, mesas con incrustaciones de concha y metal talladas en maderas preciosas, escritorios, sillas, figuras de marfil, abanicos de concha y sándalo, valiosísimas joyas y antigüedades, brazaletes con incrustaciones de diamantes, anillos y aretes de oro y piedras preciosas. No solamente se recibieron estas mercancías y artículos novedosos sino también cultivos de frutas como el mango (de Manila), así como la influencia de costumbres que aún se viven en nuestras tradiciones como las peleas de gallos en los palenques, trajes regionales como el de la china poblana, las piñatas y la incorporación de técnicas y motivos artesanales como la cerámica azul del Estado de Puebla, la pintura en madera y el laqueado de Olinalá en nuestro Estado. Originalmente las mercancías eran transportadas desde Manila en una nave llamada “el Galeón de Manila” o “ la Nao de China” y llegaba al puerto de Acapulco generalmente por los días de Navidad anunciando su arribo al pasar por Puerto de Navidad (Jalisco), con el objeto de dar oportunidad a que compradores y comerciantes procedentes de la Ciudad de México y otros estados de la República como Veracruz, Oaxaca, Jalisco, Pátzcuaro, Guanajuato o Zacatecas, llegaran y compraran o se abastecieran de estos artículos que pasaban por México y se embarcaban nuevamente hasta España entrando a Europa por los puertos de Cádiz y Sevilla. Bahía de Acapulco o de Santa Lucía . Ciudad de Manila, Capital de las Islas Filipinas Puerto de Acapulco Una vez descargadas las mercancías en Acapulco, el Galeón regresaba a Manila con el nombre de “El Galeón de Acapulco”, transportando grandes cantidades de plata y oro para comprar las mercancías que traería de regreso, así como cacao y otras materias primas americanas para venderlas en Oriente.
Recorrido de la Nao de China o Galeón de Manila, hacia el puerto de Acapulco desde la Ciudad de Manila. En 1579 se comenzaba a presentar un problema provocado por el excesivo comercio originado por la demanda de las mercancías que se había extendido a otros países como Perú. Ese fenómeno al igual que el que existe actualmente estaba afectando a nuestra industria textil y artesanal, al grado que la Corona Española decretara a Acapulco como el único puerto para realizar el comercio y reducir la transportación de las mercancías a tres navíos por año y poco después a uno, provocándose con ello la escasez de los artículos que propiciaron el contrabando y encarecimiento de los productos. En aquella época no podían pasar desapercibidos los piratas que asolaron las costas, como el conocido y temido Francis Drake a bordo del “Goleen Hind” su nave insignia quien robaba y después incendiaba los navíos. Al inicio de las operaciones entre Acapulco y Oriente no fue de su interés porque desconocía la importancia de las mercancías que se transportaban, sin embargo la gente ya sabía de su presencia en el Pacífico Sur y estaba preparada. Cuando Drake supo lo valioso de los cargamentos que se transportaban se interesó y vino en busca de ellas para robarlas, al igual que otro pirata Inglés llamado Thomas Cavendish quien trató de imitar sus hazañas. Los piratas fueron apoyados por la Corona Inglesa a quien le interesaba mermar las riquezas de la Española producto de las ganancias que recibían. En una ocasión Cavendish, atacó a un galeón que venía de Manila incendiándolo y abandonándolo cerca de una playa junto con la tripulación. Cuando el pirata se fue, los marineros llegaron hasta el barco en llamas y apagaron el incendio para continuar su viaje hasta el puerto de Acapulco con muchos trabajos. Galeón español . Al recibir la Corona Española la noticia le preocupó al Virrey quien solicito en el año 1600 la autorización del Rey para la construcción de protecciones para la población y las naves atracadas en las que venían turistas y comerciantes procedentes de otros países a la feria de Acapulco, quienes dejaban muy buenos ingresos al divertirse en fiestas, peleas de gallos, carreras de caballos, corridas de toros, tabernas, rentas de alojamientos, consumos de alimentos y otros atractivos. Al saber del ataque pirata, el Rey Felipe III autorizó solamente la construcción de parapetos en diferentes lugares del puerto, siendo hasta el año 1617 después de innumerables experiencias y solicitudes que fue terminado el Castillo de San Diego con un costo de 113,400 ducados bajo la dirección del Ingeniero Adrián Boot. Sin embargo no reunía todas las expectativas de seguridad, por lo que fue remodelado por el Arquitecto Juan de la Torre terminándolo a fines de 1634. A fines del siglo XVII, al igual que en el Golfo de México y Océano Atlántico otros piratas seguían asolando la región como Woodes Rogers, o Dampier quien entro a la Bahía para asaltar una nave peruana, siendo repelido con los cañones del fuerte de San Diego y la ayuda de la población En el año de 1776 el Castillo fue parcialmente destruido durante un fuerte sismo, teniendo que reconstruirlo estando a cargo de las obras Ramón Panon, terminando los trabajos en el año de 1783 durante el reinado de Carlos III, con un costo superior a los 300 mil pesos, llamándolo en su honor Fuerte de San Carlos y posteriormente como ahora se le conoce Fuerte de San Diego, testigo de muchas batallas y acontecimientos.
ACTIVIDAD HOTELERA Y CONDOMINAL Acapulco ha sido testigo de importantes acontecimientos durante los movimientos de la Independencia y la Revolución Mexicana , ha sido anfitrión de reyes indígenas, reyes contemporáneos, de personajes de las épocas de la Colonia y moderna, de grandes artistas, poetas, compositores, políticos y presidentes de diferentes naciones, de grandes romances, aventuras y recuerdos lunamieleros, escenario de películas, de reseñas cinematográficas, de festivales internacionales, de shows aéreos enmarcados por la majestuosa bahía y a través de los siglos la magia de este bello lugar continúa constante. Acapulco comienza a definirse como uno de los centros turísticos mas importantes de la República Mexicana y del mundo a fines de los años 20´s. Los turistas llegaban a hospedarse en hoteles como el De la Marina que se encontraba en lo que ahora es el edificio de Bancomer del zócalo. Algunos inversionistas visionarios lo fueron dotando con la infraestructura y servicios necesarios para impulsarlo como la carretera México Acapulco que fue inaugurada el 11 de Noviembre del 1927 arribando al puerto doce automóviles que transportaban personajes de la política y del comercio. En el año 1929, se iniciaron las primeras operaciones aéreas con pilotos particulares que llevaban y traían turistas desde lugares remotos del país abriendo el paso a las operaciones de la primera línea comercial aérea llamada Aeronaves de México que llegaba al puerto con sus aviones DC3. A partir de 1933 comenzó el auge de la construcción hotelera que le dieron albergue a celebridades artísticas y políticas de esa época, como los hoteles El Mirador, Caleta, Prado Américas en donde pasaron su luna de miel Agustín Lara y María Félix, lugar que inspiro a componer la canción María Bonita, Los Flamingos propiedad de John Wayne y Jhony Weismuller (tarzán), Villa del Mar, El Jardín y Papagayo que se localizaba en donde se encuentra el parque recreativo con ese nombre. En abril de 1936 fue inaugurado el servicio telefónico y en las décadas de los 40´s y 50´s, se expandió la comercialización de los terrenos en una de las zonas mas bonitas del puerto, la península de las Playas que abarca desde el embarcadero de los yates de recreo hasta Caleta, en donde se construyeron chalets, grandes residencias de descanso y hoteles como el Casablanca, del Monte, Los Flamingos, Club de Pesca, La Joya , Victoria, considerándose desde entonces como uno de los lugares mas bonitos del puerto y turísticos mas reconocidos a nivel mundial. La transportación terrestre era una necesidad y por consiguiente un tema comercialmente atractivo para resolver la necesidad de mover al turismo a principio de los años 40's, iniciándose las operaciones con la empresa Turismos Los Galgos, actualmente Estrella de Oro que transportaba en limusinas o coches para ocho pasajeros a los turistas desde la Ciudad de México a Cuernavaca y posteriormente a fines de esta década y principio de los 50's, en autobuses hasta el puerto pasando por Iguala y Chilpancingo. Existía el proyecto del ferrocarril pero nunca se concretó hasta el puerto, quedándose como última estación la Ciudad de Iguala. A fines de los años cincuenta y principio de los sesentas el nombre de Acapulco le dio la vuelta al mundo para ser conocido y preferido como destino turístico por el Jet Set internacional atrayendo eventos como la Reseña Mundial Cinematográfica. Su desarrollo atrajo la necesidad de construir mas vías de comunicación, como la carretera escénica hacia el aeropuerto que también comunicaba a desarrollos inmobiliarios como Pichilingue, en Puerto Marqués y el fraccionamiento Cobacabana (ya olvidado) en lo que es ahora la zona Diamante por el rumbo del Hotel Princess. De igual forma y debido a la necesidad de tener un club náutico en donde atracaran los yates y embarcaciones, se construyó en el año 1955 el actual Club de Yates de Acapulco. A fines de los años 50 y década de los sesentas el desarrollo hotelero continuó en su apogeo con la construcción de hoteles de gran turismo como el hotel Continental Hilton, el hotel Pierre Marques, El Presidente, Las Brisas, El Cano, el Auto Hotel Ritz, el hotel Ritz y Paraíso Marriott entre otros, así como fraccionamientos residenciales como Costa Azul, Club Deportivo, Vista Alegre, Guitarrón, Las Brisas, el Hotel Acapulco Princess que le dio impulso a fines de los sesentas al desarrollo de la actual zona diamante, al que se fueron uniendo otros fraccionamientos residenciales como Villas Princess, Olinalá Princesa y el primer condominio de lujo en esa zona, el Condominio Azteca Princess que junto con la construcción de otros condominios en el puerto, daban inicio a un cambio del concepto de Acapulco como destino turístico, del hotelero al actual condominal. En 1955 fue construido por el Arq. Mario Pani el primer condominio del puerto sobre la Costera a un lado del Club de Yates llamado “Edificio en Condominio Los Cocos”, por el mismo año se construyó el Condominio Bahía y tres años después El Costero en 1958 conocido como el Normandie por el afamado restaurante con ese nombre, especializado en cocina francesa propiedad de la Sra. Nicole. A ellos le siguieron el Condominio Fragata, el Makako y muchos condominios de la cadena Playasol, iniciándose con la construcción del Nao Victoria que se localiza a un costado de nuestro condominio Century Resorts Acapulco para continuar el auge con grandes condominios como las Torres Gemelas, Velero y Galeón, Azalea y Jazmin, Camelia y Magnolia entre otros. A principio de los 70's se inauguró el Centro Internacional de Convenciones de Acapulco que ha sido sede de reseñas mundiales de cine, festivales de grandes artistas y del Tianguis Turístico Internacional durante 30 años consecutivos en donde se ofrece internacionalmente los mas importantes servicios y destinos turísticos de México. En esa misma década fue inaugurado bajo la dirección de Giacomo Baravino el Centro Internacional de Convivencia Infantil (CICI). A mediados de los 70's, de los 80's y principios de los 90's, se continuó con la construcción de mas Conjuntos Condominales ahora de lujo con servicios de primer nivel, como el Estrella del Mar, Mar Azul, Loric, Laureles, Tabachines, Torre Coral, Villa del Mar, Marbella, Torremolinos, Olympus, Costa, Perla, Palma, Mallorca, Ibiza, Mykonos, Nautia, Costa Victoria, La Joya , Aqua y Century Resorts Acapulco. El Conjunto Century Resorts Acapulco inició sus operaciones en Diciembre de 1994 con la inauguración de la Torre Portofino de 43 departamentos al que le siguió tres años después la Torre Portobello con otros 43 departamentos e inaugurada en febrero de 1998. Posteriormente en el año 2002 fue puesta en operación la Torre Portoreal con 23 departamentos de 305 M2 , uno por nivel. El amplio desarrollo es uno de los conceptos mas completos y prestigiados de Acapulco. Esta construido sobre una superficie de 16,000 metros cuadrados con amplios jardines, gran alberca, zonas recreativas, servicios de primer nivel, playa concesionada, casa club con baños de vapor, sauna, salas de masaje, salón de cartas y billar, sala de proyección y cancha de raqueta ball, area deportiva con tres canchas de tenis y una de deportes múltiples. Debido al auge y demanda que han tenido los desarrollos de condominios en Acapulco los espacios para construirlos junto a la Bahía se han agotado, teniendo que recurrir los desarrolladores a lugares cercanos al puerto pero que no cuentan con el atractivo de las playas y con la belleza de la bahía que resulta ser un verdadero espectáculo tanto de día como de noche. Por eso tener una propiedad en Century Resorts Acapulco, es un verdadero privilegio por la seguridad de su plusvalía y la posibilidad de disfrutar del mejor lugar en el mejor lugar de Acapulco, un equipo de trabajo hacemos todo lo posible para que esto suceda los 365 días del año. Un saludo afectuoso de: Carlos G. Morales de la Parra Referencias bibliográficas
|